Hay un cambio energético perceptible que tiene lugar cuando elegimos ver lo bueno en todo. Nuestra percepción da forma a la vida que llevamos porque el universo se ajusta casi instantáneamente a nuestras expectativas. Cuando buscamos la negatividad, estamos obligados a encontrarla en abundancia. Por el contrario, creamos energía positiva cuando nos esforzamos por ver la bondad que nos rodea. Por muy fácil que sea criticar a las personas y situaciones que nos frustran o nos hacen daño, nos hacemos un flaco favor en el proceso. Es importante ver lo bueno en todo y en todos, ya que hay bendiciones escondidas en todos los aspectos de nuestra realidad del mundo exterior, y el potencial de gracia existe en todos los seres humanos. Cuando nuestras vidas están inundadas de desafíos, dolor y dolor, podemos sentirnos tentados a creer que algunas personas o incidentes son simplemente malos. Pero si buscamos el bien en general, el bien se revela a nosotros, aliviando nuestras dudas y recordándo
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