El mundo entero está pasando por un crítico momento,
una pandemia que ninguno de nosotros esperaba y no estaba preparado para ello,
teníamos todo al alcance de nuestras manos (el aire, el sol, los cálidos
abrazos que tanta falta nos hacen ahora, las caricias, las charlas con amigos,
los cantos, el baile, los conciertos, disfrutábamos del contacto social,
incluso los más pobres, en el sentido económico porque muchos de ellos eran
ricos con lo poco que tenían pero todos, todos ... sin excepción … gozábamos de
libertad.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que
no sepan leer y escribir, si no aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender” Alvin Toffler. (Esta cita la
tome de una charla de Borja.
Desde hace años, diferentes voces nos advertían lo que
se venía: cambio
climático, destrucción de la capa de ozono, incendio de los grandes bosques
tropicales, extinción de especies, animales y vegetales, aumento de la
temperatura global, derretimiento de los polos, hambrunas de proporciones
bíblicas, sequías, terremotos, huracanes, inundaciones, millones de desplazados,
todo esto o la mayoría causado por nosotros mismos.
En algún momento el modelo económico tenía
que caer: Así como en su momento el ideal comunista cayó y hoy en día nadie
niega que era una tremenda estafa: el sistema capitalista y la economía de
Mercado están colapsando sin que podamos hacer nada al respecto. Fue en 1971,
cuando el presidente Nixon dejó de utilizar el patrón oro como respaldo y el
mundo decidió adoptar el dolar estadounidense como divisa internacional. Hoy,
casi 50 años después asistimos a la debacle del sistema económico como lo
conocemos y a partir de este preciso momento la incertidumbre será la constante
y debemos aprender a vivir con ello.
Al mismo tiempo, somos testigos de una
pérdida de los valores tradicionales a todo nivel: Honestidad, responsabilidad,
respeto, integridad, tolerancia, compromiso, confianza, todos ellos fueron
reemplazados por corrupción, mentira, falta de empatía, compromiso con uno
mismo y con el entorno. Muchos de nosotros conservamos los valores pero una
gran mayoría los ha -o -está perdiendo, sobre todo la generación más jóven. Muchas veces me pregunto qué va a ser
de ellos cuando nosotros ya no estemos, pero creo que esta pandemia les está
enseñando a readquirir esos valores que hacen de ”un ser humano un buen ser humano”.
Todo lo que
está sucediendo es necesario?
Sí, para el despertar y evolución de la
conciencia. Estamos asistiendo a un cambio de era, a un cambio de paradigma,
todo lo que considerábamos “normal” deja de serlo. Lo que está pasando es como
el atentado de las torres gemelas para las empresas aeronáuticas, un parte
aguas, un antes y un después.
Al escribir, esto millones de personas nos
hemos quedado en casa acatando las medidas de sanidad y económicas para combatir
la pandemia del Covid19. Dentro de semanas o meses esta situación finalizará,
seguramente con miles de muertos, negocios quebrados, algunas familias
destruídas, otras más unidas, países en caos total. Pero todo esto va a pasar y
empezaremos la reconstrucción y lo haremos con más ganas, con más ímpetu, con
más empatía. Aunque algo si queda claro: Nada volverá a ser como antes.
La canciller alemana, Angela Merkel acaba
de decir que “Alemania está enfrentando la peor crisis después de la Segunda
Guerra Mundial” y no le falta razón, aunque muchos todavía no lo ven, tal es el
caso del presidente mexicano Lopez Obrador quien sigue participando en eventos
masivos repartiendo besos y abrazos, haciendo caso omiso a las recomendaciones
de la OMS. O el presidente Trump que no le dio la importancia necesaria
indicando que es solo una gripe china y dejando en manos de los gobernadores de
cada estado la responsabilidad de la pandemia -y hoy- la “primera potencia” tiene la mayor cantidad de contagiados, muertes
y la mayor tasa de desempleo, superando a todos los países. Muy pronto sabremos
cuál de estas dos actitudes es la correcta.
Me viene a la cabeza una palabra que cobra
total vigencia en este momento: RESILIENCIA:
La resiliencia es la capacidad de
sobreponerse a momentos críticos y adaptarse nuevamente a la realidad, luego de
experimentar alguna situación inusual e inesperada, es la capacidad de
recuperarse frente a la adversidad y seguir proyectando el futuro. También
indica volver a la normalidad. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los
traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el
indivíduo desconocía hasta ese momento.
Pero algo está claro -No
podemos volver a la normalidad- porque lo “normal” era exactamente el problema…
Necesitamos volver MEJORES, menos egoístas, más solidarios, más humanos.
Concretamente, ¿Qué podemos hacer cuando
se haya controlado la pandemia y regresemos a nuestras actividades cotidianas que
ya no serán las mismas.
1. No nos
preguntemos ¿Porqué ocurrió todo
esto, si no, para qué? – La
respuesta es: Para crecer, para evolucionar. Nada cambia hasta que deviene lo
insoportable.
2. Miremos
hacia adentro de nosotros mismos: Conozcamos nuestro yo interior, sanemos
nuestras heridas, cuestionemos nuestras creencias.
3. Desidentifiquémonos
con el EGO (identificación con el cuerpo físico) y reconoctemos con el SER (nuestra esencia, amor…). Somos
seres espirituales pasando por una experiencia terrenal. Es vital entenderlo de
una vez por todas.
4.
Desarrollemos la autoestima y la confianza. Tenemos
una infinidad de recursos que no utilizamos y ahora es cuando más los vamos a
necesitar. Cultivar la Inteligencia Emocional nos hará encontrar estabilidad en la inestabilidad.
5. Seamos
dueños de nuestras mentes y aprendamos de una vez a controlar las emociones. En
un mundo de incertidumbres, abrazarlas, así como el cambio permanente nos
ayudará a salir de nuestra zona de confort.
6. Definamos y
honremos nuestro propósito, tengamos una actitud emprendedora.
7. Desarrollemos
nuestra marca personal, invirtamos en nosotros mismos. Tenemos que desaprender
para volver a aprender y hacer algo revolucionario (aprender a aprender).
8. La pandemia
del Covid19 ha acelerado y/o mejorado cosas que todos sabíamos que vendrían
pero no queríamos asumir: Trabajo a distancia (de manera remota,
telecoferencias, WhatsApp), educación a distancia (colegios, institutos,
universidades) Telemarketing (compra y venta por internet): será que
desperdiciamos mucho al cocinar pero saque la cuenta $$ y verá que nos cuesta
casi lo mismo ordenar comida que prepararla (y nos queda mucho tiempo para
otras cosas), taxis compartidos (Uber Pool), teleconferencias no solo para
empresas sino entre autoridades (alcaldes, congresistas, empresarios, etc.).
Conclusión
1 . Cuando
termine el aislamiento domiciliario, el mundo que nos vamos a encontrar va a ser
muy pero muy diferente al que dejamos.
2 . Tenemos dos
opciones: O nos lamentamos y sufrimos de aquí en adelante o nos re-in ventamos,
innovamos, cambiamos, transformamos, rediseñamos: y crecemos. (¿Cómo te vas a
ganar la vida?)
. Debemos
aprovechar estos días / semanas que nos quedan de encierro para evaluarnos,
mirar hacia adentro y empezar el cambio. Mejor temprano que tarde. ¿Para qué
soy bueno? ¿Qué puedo ofrecer (y que sea valioso)? ¿Qué trabajo me hace felíz?
¿Cuál es mi propósito?
. Parece que
esta forma de virus se originó en un Mercado de pescado en la ciudad de Wuhan,
donde las condiciones de higiene eran muy por debajo de lo humanamente
necesario, otra teoría es que fue creado en laboratorio, cualquiera que haya
sido la causa de su origen, debemos preguntarnos: ¿Cómo está mi higiene mental?
¿Puedo controlar mis pensamientos? ¿Y mi higiene verbal? ¿Soy impecable con mis
palabras? ¿Qué puedo decir de la higiene de mis actos? ... Tampoco salgo bien
librado.
5 . Hagamos un
resumen personal y tomemos una decisión aquí y ahora. No esperemos la próxima
pandemia.
Fuente: Medium.com
Extraído de santanderalextremo.com por Alejandro
Aporte adicional "Mazui"
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